La música para bajar la presión puede ayudarnos a relajarnos y a controlar nuestra respiración.
Como resultado, nuestro ritmo cardíaco también descenderá y estabilizaremos el nivel de presión arterial.
La hipertensión arterial es quizás una de las principales preocupaciones de los adultos.
Los servicios de urgencia, los tensiómetros y las pastillas son nuestra garantía de prevención, pero hay una nueva e interesante alternativa: la musicoterapia.
Las emociones extremas son un desencadenante de la hipertensión arterial.
Esto es algo en lo que los médicos siempre insisten.
Cuando se trata de factores altamente emocionales, la dieta y la medicación no pueden hacer mucho al respecto.
Sin embargo, si queremos ver el problema desde una perspectiva conductual, la música puede ser una solución que muchos aún no han explorado.
Música para bajar la presión
Se ha demostrado científicamente que ciertos tipos de música tienen la capacidad de regular e influir en la presión sistólica y diastólica.
Esto podría prevenir problemas como la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y el infarto.
Los ritmos lentos y la música armónica pueden mejorar la vasodilatación en un 26%.
También nos ayuda a evitar la insuficiencia cardíaca y las enfermedades del corazón.
Especialmente cuando están relacionados con cambios de humor inesperados, arrebatos de ira u otras causas emocionales.
Sin embargo, no todos los tipos de música tienen la misma influencia en los seres humanos.
Podemos comprobarlo por nosotros mismos escuchando diferentes tipos de ritmos y géneros musicales.
La música clásica tiene efectos positivos demostrados
Según algunos especialistas, se ha demostrado el efecto de la música clásica sobre la vasoconstricción.
Se han realizado muchos experimentos en torno a este género musical, que ha obtenido los mejores efectos para regular la presión arterial.
De hecho, piezas clásicas como la «Serenata nº 13 en sol mayor» de Mozart o «Las cuatro estaciones» de Vivaldi han sido sometidas a pruebas científicas y los resultados son sorprendentes.
Por supuesto, otros estilos también pueden beneficiar a nuestro sistema circulatorio.
De hecho, la música de meditación es una herramienta valiosa en este tipo de experiencias y está diseñada para gestionar problemas de comportamiento y generar beneficios para las personas que la escuchan.
Expresiones elaboradas de la musicoterapia
Nosotros mismos podemos sentir los efectos de la musicoterapia
Se ha determinado que estímulos como la risa, el entorno cotidiano o la música son determinantes en nuestra emocionalidad e influyen en el estado de nuestra presión arterial.
Lo más interesante es que también podemos comprobarlo por nosotros mismos.
Si hacemos la prueba, el simple hecho de escuchar una canción que nos gusta genera un estímulo emocional.
Y su efecto es perceptible en cuanto nos ponemos los auriculares.
Por supuesto, no todos los estilos musicales generan los mismos efectos.
Lo mismo ocurre cuando escuchamos una grabación de meditación o relajación.
Muchos de ellos utilizan sonidos naturales y suaves que nos hacen sentir como si estuviéramos en un lugar tranquilo y agradable.
En cambio, cuando escuchamos música rock o dance, el efecto suele ser el contrario.
Efecto relajante
Todavía no se conoce del todo, pero algunos investigadores llaman a este fenómeno «efecto de relajación».
El alivio del estrés y la relajación emocional y psicológica ayudan a prevenir la hipertensión.
Y la musicoterapia tiene la capacidad de inducir una sensación de relajación, aunque no es la única forma de hacerlo.
Respirar profundamente, hacer un buen viaje o relajarse en el sofá también puede tener efectos similares.
En la actualidad, los investigadores creen que este efecto relajante es la forma más rápida de reducir la presión arterial de forma natural.
Y esto sin el uso de ningún tipo de medicación.
Los más optimistas creen que la música podría sustituir a los tratamientos médicos para la hipertensión, al menos en algunos pacientes.
Un ejercicio de relajación recomendado
Si nos sentimos abrumados por una emoción fuerte, o si el tensiómetro muestra un aumento inusual, debemos hacer algo al respecto.
Lo correcto es poner música suave, con patrones rítmicos lentos que nos gusten.
Para ello podemos, por ejemplo, ir al dormitorio o a un entorno más cómodo.
La idea es tumbarse en un lugar cómodo y empezar a respirar profundamente mientras se escuchan las canciones.
A continuación, debemos disminuir gradualmente la intensidad de nuestra respiración.
De este modo, combinamos varias técnicas de relajación para evitar la hipertensión y sus efectos sobre la salud.
La música permite controlar la hipertensión sin efectos secundarios
Este descubrimiento tiene muchas ventajas.
En primer lugar, este tipo de tratamientos nos permiten obtener resultados sin tener que lidiar con los típicos efectos secundarios de los medicamentos para la hipertensión.
En segundo lugar, la aplicación de estas prácticas puede mejorar nuestra calidad de vida.
Tendremos más herramientas para combatir el estrés, la fatiga y encontrar tiempo para eliminar la tensión.
Lo mejor de todo es que no necesitamos mucho dinero para hacer nuestro propio tratamiento de musicoterapia.
Un dispositivo electrónico, unos auriculares y un espacio cómodo es todo lo que necesitas para empezar.