El té de orégano para bajar la presión posee atributos inflamatorios y diuréticos que contribuyen a aliviar la hipertensión.
El orégano no solo se utiliza mucho en los platos italianos para darles un sabor balsámico ¿sabías que también es uno de los mejores tes para reducir tu presión arterial?
Si quieres probar probar un te de orégano para bajar la presión arterial, sigue las instrucciones que se indican a continuación:
Te de orégano para bajar la presión
Paso 1: Consigue hojas de orégano (frescas o secas).
Paso 2: Si son frescos, límpialos con agua. Pícalos finamente.
Paso 3: Hervirlo durante 15 minutos. (Cálculo: añadir 4 tazas de agua por cada taza de hojas de orégano).
Paso 4: Colar y beber media taza tres veces al día.
¿Cómo funciona?
El orégano es uno de los mejores alimentos sin sodio.
Y tiene un ingrediente que se llama carvacrol, es muy buen ingrediente para bajar la presión arterial alta.
Baja la presión arterial , también la frecuencia cardíaca y la presión diastólica y sistólica.
Además el te de orégano para bajar la presión también es útil para los dolores menstruales, los trastornos gastrointestinales y los trastornos del tracto urinario (ITU).
El orégano no es bueno si:
Tienes problemas graves de piel.
Padeces reacciones alérgicas.
Estas con el estómago revuelto.
Tienes un embarazo o estas en periodo de amamantar.
Padeces de niveles bajos de hemoglobina.
El te de orégano ayuda al cuerpo a actuar de manera lenta en la absorción del hierro.
Pero no solo es bueno para tu presión, y a que posee otros beneficios que le pueden traer muchos puntos positivos a tu salud
Ayuda a perder peso
Imaginar que el orégano adelgaza puede parecer un poco difícil cuando estamos acostumbrados a asociar el condimento con un plato tan calórico como la pizza, pero lo cierto es que el aceite de orégano ayuda a perder peso.
Esta propiedad del orégano se debe a la presencia de carvacrol, el compuesto activo del orégano que puede prevenir el aumento de peso al modular ciertos genes y reducir la inflamación en el tejido graso blanco.
Ayuda a la digestión
Especialmente en forma de aceite, uno de los beneficios del orégano es que estimula la secreción de bilis por parte del hígado.
Entre otras funciones, la bilis facilita la digestión de las grasas, actúa como detergente y permite la absorción de nutrientes.
El orégano también mejora la indigestión, las flatulencias y la hinchazón que pueden producirse después de las comidas.
Regula la menstruación
Además de reducir el dolor causado por los cólicos, el consumo regular de orégano también ayuda a regular el ciclo menstrual e incluso previene la menopausia temprana.
Para mejorar los cólicos, el consejo es masticar hojas frescas de orégano a lo largo del día o preparar una infusión.
Si no tiene orégano fresco, mezcle una cucharada pequeña de orégano con una taza de agua y llévela al fuego, apagando en cuanto hierva.
Escurrir durante 3 minutos y beber antes de enfriar.
Bebe té tres o cuatro veces al día, siempre caliente y preferiblemente sin azúcar ni edulcorante.
Prevenir la gripe
Uno de los principales beneficios del orégano es su capacidad para reforzar el sistema inmunitario, ayudando a combatir infecciones virales como la gripe.
En cuanto empiece a notar signos de infección, mezcle de 3 a 6 gotas de aceite de orégano con un poco de agua y tómelo antes de las comidas.
Repetir el tratamiento durante al menos cinco días.
Es fuente de antioxidantes
Los principales compuestos activos del orégano actúan como potentes antioxidantes, es decir, combaten los radicales libres y ayudan a prevenir diversas enfermedades y también actúan contra el envejecimiento prematuro.
El ácido rosmarínico y el timol son dos de estos potentes antioxidantes que hacen del orégano un agente antioxidante 30 veces más potente que las manzanas, 12 veces más que las naranjas y 4 veces más que los arándanos, la última de las frutas más ricas en antioxidantes que tenemos a nuestra disposición.